Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscaba a Dios. - Salmo 53:2.
No hay cosa creada que no sea manifestada en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. - Hebreos 4:13.
En un supermercado de una ciudad de los EE.UU. los hurtos crecían sin cesar, a pesar de las precauciones tomadas. Al gerente se le ocurrió fijar carteles que llevaban la siguiente inscripción: «¡Cuidado, Dios te ve!» Según parece, fue un excelente medio para disuadir a los ladrones y mejorar la situación.
Semejante llamado a la conciencia con un objetivo comercial puede ser discutible. Pero esta experiencia muestra que la conciencia existe y que su voz -salvo que esté completamente ahogada- puede hacerse oír para recordar las exigencias de un Dios a quien nada se le escapa. Dios nos ve. "Los ojos del Señor contemplan toda la tierra" (2 Crónicas 16:9). David dijo: "Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos...¿A dónde me iré de tu Espíritu?" (Salmo 139:2 y 7).
No olvidemos que Dios ve todo y que un día "cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" (Romanos 14:12). También los creyentes comparecerán "ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5:10). No serán juzgados ni condenados, ya que son hechos justos por medio de la obra de Cristo en quien creyeron, pero allí recibirán recompensas o reproches según su fidelidad.