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Opinión de un historiador

La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. - Salmo 36:1.

Un historiador de las civilizaciones expresó el siguiente pensamiento: «Toda civilización procede de la piedad y cuando la piedad desaparece, no es una señal del progreso y de esclarecimiento, sino una desesperante señal de decadencia y muerte. Con el ateísmo que no respeta ningún misterio y a nada considera sagrado, cualquier civilización se muere». El historiador sacó esta conclusión de la Historia de las antiguas civilizaciones.

Efectivamente, por regla general la decadencia de una civilización empieza con la corrupción de las buenas costumbres. En esto, nuestro tiempo ya lleva el sello de su inminente ocaso. Muchos seres humanos han borrado a Dios de sus existencias. Ya no hay temor de Dios y por eso faltan las obligaciones éticas. Una moral sin Dios ensancha constantemente sus propios límites y conduce finalmente a la inmoralidad y a la decadencia.

En lo concerniente a los pueblos, este desarrollo cuesta abajo no se puede detener. Pero individualmente cada uno puede someterse a un examen de conciencia. Si notamos que nosotros también vivimos sin Dios, estamos a tiempo para dar media vuelta. Si nos inclinamos ante nuestro Creador y le confesamos que de muchas maneras prescindimos de él, él nos indicará el camino de la salvación.

A todos los que le confiesan sus pecados, Dios les otorga su perdón. Quien por medio de la fe acepta al Señor Jesús en su vida, experimentará la felicidad de una vida con Dios y estará a salvo de la perdición eterna.