Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. - Salmo 1:1.Existe una manera de vivir que Dios aprueba y a la cual está ligada su bendición. Esa conducta tiene un lado negativo. En efecto, ella es lo opuesto de lo que se hace corrientemente, es contraria al espíritu del mundo, donde domina el pecado. Los "malos" se complacen en el mal, los "pecadores" lo practican en abierta rebeldía contra Dios y los "escarnecedores" esgrimen razones contra lo que Dios reveló.
Lo extraño -únicamente explicable por la naturaleza humana pecaminosa que está en nosotros- es que cada uno de nosotros, pese a saber que esto o aquello es malo, se siente tentarlo a hacerlo. Es lo que la Biblia llama la "concupiscencia". Por supuesto que es necesario luchar contra las presiones exteriores, pero también debemos resistir a nuestras propias inclinaciones.
Conoceremos la paz y el gozo al rehusar la mentira, la inmoralidad o la violencia. No temamos decir "no" aun cuando a nuestro alrededor todos digan "sí".
Quizá nos expongamos a la risa o al desprecio de su parte, pero tendremos la aprobación del Señor.
Jesús siempre vivió totalmente separado del mal. Ese Justo sufrió la "contradicción de pecadores contra sí mismo", porque sólo él guardó plenamente las enseñanzas del Salmo 1. Sigue siendo a la vez nuestro modelo y el que nos da la fuerza para seguirle en su camino.
