Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. - Salmo 19:1.
El Señor Jesucristo… es la imagen del Dios invisible. - Colosenses 1:2 y 15.
Dios es el autor de dos grandes libros que da a leer a los hombres: la creación y la Biblia. Aun cuando la inteligencia humana se asombra ante el poder creador y organizador que se halla en el origen del mundo, sólo mediante la fe se nos revelan el secreto.
Ante la complejidad, la precisión y la hermosura de la naturaleza, el creyente discierne la grandeza y la perfecta sabiduría del Creador de los cielos y la tierra.
La naturaleza también habla de la bondad de Dios, quien quiere el bien de su criatura al darle las lluvias del cielo y las estaciones fértiles, llenando de sustento y alegría los corazones (Hechos 14:17).
¿Por qué muchos rechazan la existencia de Dios? Simplemente porque si se admite que Dios es el creador, uno debe someterse a él, pues todo creador tiene derecho sobre lo que creó. Pero el hombre no quiere tener que rendir cuentas e inventa teorías, algunas muy elaboradas, para vivir sin Dios.
No nos dejemos influir por los razonamientos de un mundo caracterizado por la falta de respeto hacia los derechos del Creador, lo que conduce a los peores desastres morales y ecológicos.
A través de las Escrituras Dios revela sus secretos a los que le honran, además del gran “misterio”: “Dios fue manifestado en carne” en la persona del Señor Jesucristo (1 Timoteo 3:16).